Haciendo una analogía entre arquitectos y marineros, Hunt asegura que “si esperamos vivir con  éxito como seguidores de Jesús, necesitamos estar anclados en el cimiento sólido de la piedra angular. Si esperamos llegar a nuestro puerto de destino, necesitamos un ancla fuerte que nos evite naufragar en las dificultades de la navegación. Para el cristiano, esa ancla es Jesucristo”.


Muestra de manera explícita cómo tener una relación íntima con el Salvador e Hijo de Dios, para nuestro beneficio. “Estar anclados en Jesús nos protege de ser “llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”. Estar anclados en Jesús nos permite declarar la verdad en amor para que “crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:14-15)”, asegura.


Su deseo para cada lector es que “Dios nos ayude a ti y a mí a seguir a nuestro amado Maestro, a permitirle que nos transforme y a pelear la buena batalla en su poder. Y que su Espíritu nos recuerde diariamente que todo empieza cuando nos aseguramos que estamos anclados en Jesús”.