Por: Gary Chapman

Lectura bíblica: Génesis 2:4-25

El corazón humano pide a gritos compañerismo. Somos criaturas sociales. Dios mismo dijo a Adán: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). Este análisis vino antes de la caída de la humanidad, cuando el hombre ya estaba en la compañía cálida y personal de Dios. Sin embargo, Dios concluyó: “¡No es suficiente!”. 

La respuesta de Dios a la necesidad del hombre fue crear a la mujer (ver Génesis 2:18). La palabra hebrea usada aquí significa literalmente “cara a cara”. Dios creó un ser con quien el hombre pudiera tener una relación cara a cara, una relación personal profunda en la cual los dos estuvieran unidos en una unión inquebrantable, que satisficiera los anhelos profundos del corazón humano. El matrimonio fue la respuesta de Dios a la necesidad humana más profunda: la unión de una vida con otra. 

Esta unidad abarca todos los aspectos de la vida: intelectual, social, espiritual, emocional y físico. Esta clase de unión no puede venir sin el compromiso profundo y duradero que Dios ha diseñado para el matrimonio. El matrimonio no es un contrato de concesión para las relaciones sexuales. No es meramente una institución social que permite el cuidado de los hijos. Es más que una clínica psicológica donde obtenemos el apoyo emocional que necesitamos. Es más que un medio para obtener estatus social o seguridad económica. El propósito principal del matrimonio ni siquiera se alcanza cuando es un instrumento de amor y compañerismo, con lo valiosos que son. 

El propósito supremo del matrimonio es la unión de dos individuos al más profundo de los niveles, el cual, a su vez, trae el mayor sentido de realización a la pareja y es el que mejor sirve a los propósitos de Dios para sus vidas. 

 

Reflexión y estudio

Conversa y reflexiona con tu cónyuge sobre estas preguntas: 

• ¿Por qué el compromiso profundo y duradero precede a la verdadera unión en el matrimonio? 

• Piensa en un matrimonio que admiras, que parece reflejar una unión profunda. ¿Qué piensas que está funcionando bien en ese matrimonio? 

• ¿En qué aspectos de tu matrimonio sientes soledad o discordia en vez de unión? Estos sentimientos indican áreas en las cuales debes crecer. 

Medita en estos pasajes como un estudio adicional sobre el matrimonio: Proverbios 18:22; Eclesiastés 4:12; 1 Corintios 7:1-40.

 

Guía de oración

Ora a Dios pidiendo una unión profunda en tu matrimonio.

* Artículo extraído de la Biblia Devocional Los lenguajes del amor RVR60