Por: Elizabeth George

Génesis 17:16

Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.

¡Tú puedes ser una madre de naciones! ¿Parece imposible? En Génesis 17:16, Dios promete a Sara que sería “madre de naciones”. Y lo fue. Su descendencia incluye los patriarcas de la fe, los reyes de las naciones y Jesucristo, el Salvador del mundo. Con Cristo en tu corazón empiezas tu propio linaje de simiente piadosa. Y tu influencia comienza con tu familia y se extiende más allá de ella. ¿Cómo? Puedes hablar en el trabajo, invitar a tus amigos y vecinos a la iglesia, contar cómo Jesús ha cambiado tu vida y te ha dado fortaleza y esperanza. Claro que sí, ¡tú puedes ser madre de naciones!

Señor, me emociona conocer todos los prodigios que haces cuando una mujer se dispone a entregarte su vida. Hoy te glorifico por todo lo que haces en mí y todo lo que harás cuando siembre semillas y comunique la fe. Amén.

* Extraído de la Biblia de la mujer conforme al corazón de Dios Edición Jardín.